La vid es una de las plantas cultivadas más antiguas. Fue cultivada por los egipcios, en el 3500 a.C., y por los babilonios y los indios. Muchas variedades de Vitis se desarrollaron probablemente durante el periodo terciario, pero la única que sobrevivió la Edad de Hielo en el sur de Europa y en las regiones de Asia Occidental fue la variedad Vitis vinifera. Los griegos y los romanos conservaron los viñedos y posteriormente los introdujeron en Alemania -incluso en la Gran Bretaña- con las legiones. En Europa, se desarrollaron una gran variedad de factores climáticos y topográficos, dando lugar a la evolución de distintas variedades. Hoy en día, hay vides por todo el mundo.
Las uvas se utilizan sobre todo para la producción de vino y zumo. El aceite de semilla de uva que se obtiene a partir de las semillas (con un contenido de aceite de 6-20%) tiene un papel secundario. Las primeras referencias históricas del aceite de uva aparecieron en 1569, cuando el emperador Maximiliano concedió a un músico el privilegio de producir el aceite de semilla de uva.
El aceite de color amarillo-verdoso, claro, semi-seco emite un olor característico débil y tiene un gusto agridulce y amargo. Es rico en ácidos oleico y linoleico y se exprime a partir de las semillas desmenuzadas o se extrae utilizando un solvente, y posteriormente se refina (aceite de semilla de uva refinado). El aceite de semilla de uva (también conocido como ‘aceite de semilla de vino de uva’ o ‘aceite Drusen añejo’) es un aceite de mesa bueno y fue utilizado como tal durante épocas de necesidad en Italia, Francia y Wurtemberg. Antes de esto, el aceite de semilla de uva se utilizaba para ser mezclado con aceite de linaza y utilizado como producto para recubrimientos de superficies.
Actualmente, el aceite de semilla de uva se utiliza como aditivo en jabones y en preparaciones cosméticas (cuidado del cuerpo). En el sector alimentario, el aceite de semilla de uva ha vuelto a estar de moda para freír, cocinar y aliñar ensaladas. El aceite de semilla de uva también se utiliza todavía, a pequeña escala, como componente en la producción del linóleo.